domingo, 3 de febrero de 2013

Adiós Amor Eterno

De aquel día de catarsis recuerdo específicamente dos frases, aquellas que me llevaron a iniciar una nueva vida al aceptar y expresar en palabras lo que llevaba en mi interior:

- ¿Pero que es lo que sientes, o extrañas de mí?
- Es todo y a la ves no es nada. No me pidas definir por qué te sigo amando, simplemente lo sé. Te convertiste en la fuente de todos mis sentimientos, y no es por los recuerdos, no es por las expectativas, no es por tu personalidad, es por todo esto, mucho más y quizás nada de ello al tiempo. Es quizás tu alma; la mía vibra y se regocija cerca a la tuya, se siente completa, feliz, y la única explicación o definición que puedo dar a todo esto es que TE SIGO AMANDO.


- No lo hagas más, entiende que para mí eres inolvidable, sí, pero tengo la certeza de que entre los dos jamás volverá a pasar nada.

- No creas que no lo sé. Cada día que pasa me va quedando más claro, y sin embargo lo que siento no cambia, se mantiene firme, incansable.  No es cuestión de olvidar, eso claramente no es posible ya que sería borrar la mitad de mi vida e ignorar lo que en algún momento fue mi sueño, amé y aún amo... con un amor no de pareja, quizás ya evolucionó más allá de eso.


Doy gracias al cielo por cada segundo, cada mirada, cada sentimiento que me llevaron a vivir contigo algo tan maravilloso y puro, que me trajeron a sentir lo que por ti siento.

Nuestra historia no está limpia, lo sé. Manchada de incertidumbres, de falta de juicio y quizás de inmadurez emocional.

Sentir que te quería tanto pero igual dudaba, saber que no merecías vivir en mi incertidumbre y yo envuelto en tu amor.
Entender lo que sentía era imposible, me daba temor cada día porque vivíamos un cuento de hadas, como tu muy bien lo dijiste, y la ilusión de vivir así era demasiado imposible a mi razonar... tratar de razonar los sentimientos, que mala costumbre la mía en aquel tiempo.
Ahora he aprendido a dejarme inundar de los sentimientos y explotar en mi interior; ya no tengo miedo de sentir y por tanto solo vivo el presente, sin sufrimientos, sonriendo al pasado y al futuro por igual.

Adiós amor eterno, seguiremos adelante como espectadores de la vida del otro, buscando y encontrando la felicidad en otros horizontes y viviendo un amor más sólido en una nueva vida, gracias a los cimientos que aprendimos en esta que ahora dejamos atrás.


No hay comentarios:

Publicar un comentario