jueves, 31 de enero de 2013

Amistad donde hubo amor

Amistad donde hubo amor? No realmente... 

Es la pantomíma, la hipocrecía de quien aún ama, con el único objetivo de intentar mantener un lazo que ya se rompió en alguna de sus puntas.
Es la resignación de sentirte impotente al no poder ser participe directo de la vida de la persona que una vez amaste, y tener que sentir suficiente el enterarte de las cosas básicas, de los problemas superfluos y de las decisiones sin repercusión.
Es la creencia equivoca de quien dejó de amar en que el amor vuelve al estado básico de la amistad de donde nació, y asumir que es suficiente para las dos partes.

¿Cómo compartir una verdadera amistad en la que apoyas y eres pilar firme ante las decisiones que van en contra de tu sentimiento más puro?
¿Cómo verle sentido a una conversación sobre las metas, los anhelos y los sueños que simplemente cambiaron de dueños y de participantes al disolverse la unión?
¿Cómo ignorar ese deseo, esa presión en el pecho, de volver a lanzar al aire un TE AMO al verla, al hablar por teléfono o al intercambiar mensajes?

Simplemente es racionalmente ilógico y prácticamente inútil... pero por el amor que le tienes a esa persona lo intentas, ignoras tu sentir y solo buscas su felicidad, que muy probablemente ya no está a tu lado...

Y le metes ahínco, le das ánimos a las decisiones más radicales que toma, te dejas salpicar de su felicidad sin tí para animarte a vivir sin ella.

Ahora eres un amigo, un amigo verdadero; ¿cómo no serlo sí en el proceso de amarla haz entregado tu alma a ella?... Un amigo del tipo de amistad que no debería existir, pero que tu creaste solo para permitir que ella fuera inmensamente feliz...


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