domingo, 6 de mayo de 2012

Enfrentándome a mí mismo

Escribir reflexivamente para mí es delirar, delirar en mis propias locuras; es divagar, divagar en las penumbras de mi mente y mi corazón; es buscar, buscar una comprensión externa de algo interno; es exponer, exponer mi alma al pensamiento de los demás; es sustentar, sustentar mis razones y mis decisiones desde mi subjetividad; es explorar, explorar ese subconsciente que me habla en sueños... en general escribir reflexivamente para mí es descubrirme enfrentándome a mí mismo.

Pero no es sencillo. Puedo descubrir que mi actuar no ha sido el mejor, que a veces he tenido razón pero no he tomado las mejores determinaciones, que otras veces no he tomado cartas en el asunto y he perdido el momento, que debo tomar decisiones y modificar mis esquemas. También puedo descubrir las buenas cosas que me hacen especial, que me complementan y le dan un sabor a me vida, lo que más valoro y no deseo perder ni negociar, lo que para mi es discutible y lo que no.


Lo problemático de la auto reflexión es que procurando llegar a un ambiente de paz en mi interior siempre resalta más lo oscuro que lo claro y las fuerzas me son esquivas... pero finalmente siempre he de avanzar.

En algún momento decidí expresarme y mostrarme mediante estas líneas, he igualmente en algún momento algo modificó mi determinación y me llevó a abandonar esta parte de mí... Hoy retomo el impulso y dejo que mis pensamientos fluyan hacia mis dedos y se plasmen mediante el teclado... 



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