sábado, 1 de enero de 2011

Moribundos


MORIBUNDOS
Estando en mi oscura celda
fui presa de una vil enfermedad
al hospital entonces fui a parar
aunque pocos días restaban
para mi muerte presenciar.
Encuentro entonces un hombre demacrado
puros huesos, en el olvido dejado,
oscuridad iluminada de la que era presa
y a mi se dirige y me dice con certeza.
Por esta ventana veo
lo que con mi alma anhelo
solo me queda esperar el día
en que por fin llegue mi partida.
Solo estoy, nada tengo
espero cruzar a la luz del otro lado
mientras la oscuridad me tiene aterrado.
Verano llega, primavera se va,
dije yo entonces sin vacilar,
un mismo fin nos espera
solo que el mío lo tendré en la celda.
Al brillo te debes dirigir
y jamás te debes de este ir
la Piedad de Dios llegará  ti
y la de los hombre espero para mí.

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